viernes, 6 de junio de 2008

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Embriologia Humana

















Conversión de células germinativas en gametos masculinos y femeninos

El desarrollo humano comienza con la fecundación cuando un gameto masculino o espermatozoide se une con un gameto femenino u ovocito para formar una única célula: el cigoto. Esta célula totipotencial de gran especialidad constituye el inicio de cada uno de nosotros como individuos únicos. El cigoto, visible a simple vista como una mota diminuta, contiene cromosomas y genes (unidades de información genética) que proceden de la madre y del padre. El cigoto se divide numerosas veces y se transforma progresivamente en un ser humano multicelular mediante división, migración, crecimiento y diferenciación celulares.


TEORIA COMOSOMICA DE LA HERENCIA



Los rasgos de un nuevo individuo son determinados por genes específicos presentes en cromosomas heredados por el padre y la madre. Los seres humanos tienen aproximadamente 35 000 genes en los 46 cromosomas. Los genes que se localizan en el mismo cromosoma tienden a ser heredados juntos y por esta razón se les conoce como genes ligados. En las células somáticas los cromosomas se presentan como 23 pares de homólogos (parecidos) para formar un número diploide de 46. Hay 22 pares de cromosomas, los autosomas, y un par de cromosomas sexuales. Si el par de cromosomas sexuales es XX, el individuo es genéticamente femenino; si el par es XY, el individuo es genéticamente masculino. Un cromosoma de cada par proviene del gameto materno, el ovocito, y el otro componente proviene del gameto paterno, el espermatozoide. Es decir que cada gameto contiene un número haploide de 23 cromosomas, y la unión de los dos gametos durante la fecundación restaura el número diploide de 46 cromosomas de la especie humana.









Teoría cromosómica de la herencia

DIVISION CELULAR

MITOSIS:





Es un tipo de división celular exclusiva de las células somáticas (46 cromosomas = 2n/ diploides), en donde la característica principal es que al final de la división las dos células resultantes son totalmente idénticas entre si e idénticas a la célula que les dio origen, genotípica (2n) y fenotípicamente
Antes de que una célula entre en mitosis cada cromosoma duplica su ADN. Durante esta duplicación los cromosomas son extremadamente largos, están extendidos en forma difusa en el núcleo y no pueden ser reconocidos fácilmente por el microscopio óptico. Al comienzo de la mitosis los cromosomas empiezan a enrollares y condensarse; estos fenómenos señalan el principio de la profase.

Cada cromosoma consiste ahora en dos subunidades paralelas, las cromatidas, que se encuentran unidas en una región estrecha común a ambas, denominadas centròmero.
Durante la profase los cromosomas continúan condensándose y se tornan más cortos y más gruesos, pero solo en la prometafase se pueden distinguir las cromàtidas.
En el curso de la metafase los cromosomas se alinean en el plano ecuatorial y entonces resulta claramente visible su estructura doble. Cada cromosoma esta unido por microtubulos que se extienden desde el centromero hasta el centriolo y forman el huso cromático o mitótico.
Poco después, el centromero de cada uno de los cromosomas se divide (se separa de su doble), y esto indica el comienzo de la anafase, seguida por la migración de las comàtidas hacia los polos opuestos del huso. Por último durante la telofase los cromosomas se desenrollan y alargan, la envoltura nuclear se reconstituye y el citoplasma se divide. Cada célula hija recibe la mitad del material cromosómico duplicado y de este modo conserva el mismo número de cromosomas que el de la célula madre






MEIOSIS:



Llamada también división de maduración, es propia de las gametos (espermatozoide y ovocito), en donde la característica principal es que al tèrmino de los dos procesos, el resultado final son cuatro células haploides (n) totalmente diferentes entre si y con la célula que les dio origen, en su genotipo y tambien en su fenotipo.






Redistribución de segmentos cromosómicos maternos y paternos a través del entrecruzamiento de segmentos cromosómicos (metafase I), lo que mezcla los genes y produce los caracteres distintos en la prole.
“LAS UNICAS CELULAS QUE INICIAN DIVISION MEIOTICA SON OVOCITO PRIMARIO Y ESPERMATOCITO PRIMARIO”
Es la división que tiene lugar en las células germinativas primordiales para generar los gametos femenino y masculino. Durante la meiosis se producen dos divisiones celulares sucesivas, la Meiosis I y la Meiosis II
MEIOSIS I:
Al igual que en la mitosis, las células germinativas primordiales femenina y masculina, duplican su ADN al comienzo de la meiosis I, de forma tal que cada uno de los 46 cromosomas se duplica y queda constituido por dos cromatidas hermanas (cromosomas dobles). Pero a diferencia de la mitosis, los cromosomas homólogos (similares) se aparean alineados entre si mediante un proceso denominado sinapsis.
Este apareamiento es exacto y punto por punto, excepto en la combinación de X e Y; este proceso permite durante la Metafase I el entrecruzamiento, es decir el intercambio de segmentos de cromatida entre cromosomas homólogos apareados. Los segmentos de cromatida se rompen y se intercambian a medida que los cromosomas homólogos se separan. Durante esta separación los sitios de intercambio permanecen transitoriamente unidos y la estructura cromosómica tiene en estas circunstancias un aspecto similar a la letra X y se denomina quiasma. En cada meiosis I se producen 30 a 40 entrecruzamientos (1 o 2 por cromosoma), que son mas frecuentes entre los genes localizados distantes entre si en un cromosoma



MEIOSIS II:


Se produce a continuación de la primera sin una interfase normal (es decir sin una etapa intermedia de duplicación de ADN). Cada cromosoma se divide (se separa de su doble) y cada mitad, o cromatida, se acerca a un polo distinto; por consiguiente, el numero haploide de cromosomas (23) se mantiene y cada célula hija formada cuenta con un número cromosómico haploide reducido, con un representante de cada par de cromosomas.














Gametogenia anómala:



Las alteraciones de meiosis durante la gametogénesis, como la no disyunción (no distribuciòn equitativa de cromosomas a ambas células) originan la formación de gametos con anomalías cromosómicas. Si participan en la fecundación, estos gametos con anomalías del número cromosómico producen un desarrollo anómalo, como el que tiene lugar en niños con síndrome de Down y otras trisomias y monosomías.




CELULAS GERMINATIVAS PRIMORDIALES



Los gametos que permiten la fecundación derivan de las células germinativas primordiales que se forman en el Epiblasto durante la segunda semana de desarrollo y se desplazan hacia la pared del saco vitelino. Durante la cuarta semana de desarrollo las células comienzan a migrar desde la pared del saco vitelino hacia las gónadas, a las cuales llegan hacia el final de la quinta semana. Su número se incrementa por divisiones mitóticas durante la migración y también cuando llegan a la gónada. Como preparación para la fecundación, las células germinales experimentan el proceso denominado Gametogénesis, en el que se requiere de la meiosis para reducir el número de cromosomas y la citodiferenciación para completar su maduración. En este proceso se dintinguen: La Ovogenesis y la Espermatogenesis.
Embriòn al final de la tercera semana en donde se distinguen las células germinativas primordiales en la pared del saco vitelino hasta su llegada en la gonada en diferenciaciòn (color rojo).








La maduración de los ovocitos comienza antes del nacimiento
Cuando las células germinativas primordiales han alcanzado la gónada genéticamente femenina, se diferencian en ovogonios. Estas células experimentan sucesivas divisiones mitóticas, y al final del tercer mes se organizan en grupos rodeados por una capa de células epiteliales planas. Mientras que todos los ovogonios de un grupo probablemente derivan de una sola célula, las células epiteliales planas, conocidas cono células foliculares, se originan a partir del epitelio superficial que reviste el ovario
La mayor parte de los ovogonios continua dividiéndose por mitosis, pero en algunos se detiene su división celular en la profase I de la primera división meiòtica y forman los Ovocitos primarios. Durante los pocos meses siguientes, los ovogonios aumentan rápidamente de número y al quinto mes de desarrollo pre natal las células germinales ováricas alcanzan su número máximo, estimado en siete millones (7 000 000).
En este momento empieza la muerte celular y muchos ovogonios, al igual que los ovocitos primarios, se vuelven atrésicos.
Alrededor del séptimo mes, gran parte de los ovogonios han degenerado, con excepción de algunos que se encuentran próximos a la superficie. Todos los ovocitos primarios que sobreviven entran en la profase de la primera división meiótica y la mayoría quedan rodeados individualmente por una capa de células epiteliales planas.
El ovocito primario con las células foliculares planas que lo rodean, se denomina en conjunto Folículo primordial.





La maduración de los ovocitos continúa en la pubertad
Se ha estimado que en el momento del nacimiento, en todos los ovocitos primarios ha comenzado la profase de la Meiosis I, pero en lugar de continuar con la metafase, entran en el periodo de diploteno, una etapa de reposo durante la profase que se caracteriza por la disposición de la cromatina a manera de una red de encaje. Los ovocitos primarios se mantiene detenidos y no terminan su primera división meiótica hasta que se ha alcanzado la pubertad (donde reinician por grupos). Este estado de latencia es producido por una sustancia inhibidora de la maduración del ovocito (OMI), un pequeño péptido secretado por las células foliculares. El número total de ovocitos primarios se estima que varia entre 600 000 y 800 000 en el momento del nacimiento.
Durante la infancia muchos ovocitos se vuelven atrésicos, solo aproximadamente 400 000 persisten al comienzo de la pubertad y un poco menos de 500 serán ovulados. Algunos ovocitos que alcanzan la madurez tardíamente en la vida han estado en periodo de diploteno de la primera división meiótica durante 40 años o más antes de la ovulación. Se desconoce si esta etapa de diploteno es la fase mas apropiada para proteger al ovocito contra las influencias ambientales. El incremento de riesgo de tener un hijo con anomalías cromosómicas por la edad de la madre indicaría que los ovocitos primarios tienden a deteriorarse con el paso del tiempo.



En la pubertad, un grupo de folículos en crecimiento es establecido y mantenido continuamente a partir de los folículos primordiales. Cada mes 15 a 20 folículos primordiales comienzan a madurar y atraviesan tres estadios:
a) Primario o pre antral.
b) Secundario o antral (llamado también vesicular o de De Graaf).
c) Preovulatorio.



El estado pre antral es mas prolongado, mientras que el estadio preovulatorio abarca aproximadamente 37 hr. antes de la ovulación. Como el ovocito primario comienza a crecer, las células foliculares que lo rodean cambian de la forma plana a la cúbica y luego proliferan formando un epitelio estratificado de células de la granulosa. Todo el conjunto se denomina entonces Folículo primario. Las células de la granulosa se ubican sobre una membrana basal, que las separa de las células de la estroma circundante que constituyen la teca folicular. Además, las células de la granulosa y el ovocito secretan una capa de glucoproteinas que se depositan sobre la superficie del ovocito formando la zona pelúcida. A medida que el crecimiento de los folículos continúa, las células de la teca folicular se organizan en una capa interna de células secretoras, la teca interna, y una capsula fibrosa externa, la teca externa. Asimismo, pequeñas prolongaciones de las células foliculares atraviesan la zona pelúcida y se interdigitan con las microvellocidades de la membrana plasmática del ovocito. Estos procesos son importantes para el transporte de materiales desde las células foliculares hacia el ovocito.





A medida que continúa el desarrollo, aparecen espacios ocupados por liquido entre las células de la granulosa. La unión de estos espacios originan el antro, y el folículo se denomina folículo secundario (vesicular o de De Graaf). Al principio el antro tiene una forma semilunar, pero con el tiempo aumenta mucho de volumen. Las células de la granulosa que rodean al ovocito permanecen intactas y dan lugar al cumulo oóforo (cumulo prolìgero). Alcanzada la madurez, el folículo secundario podría tener un diámetro de 25 mm. o más. Este se encuentra rodeado por la teca interna, que esta compuesta por células con características de secreción esteroidea, rica en vasos sanguíneos, y la teca externa, que gradualmente se va mezclando con el estroma del ovario.






En cada ciclo ovárico comienzan a desarrollarse varios folículos, pero por lo general solo uno alcanza la madurez completa. Los otros degeneran y se vuelven atrèsicos. Cuando el folículo secundario esta maduro un pico de la Hormona Luteinizante (LH) induce la fase de crecimiento pre ovulatorio. Se completa la meiosis I que lleva a la formación de dos células hijas de diferente tamaño, cada una con 23 cromosomas con estructura doble. Una de las células, el ovocito secundario recibe la mayor parte de citoplasma, mientras que la otra, el primer cuerpo polar, no recibe casi nada. El primer cuerpo polar se localiza entre la zona pelúcida y la membrana celular del ovocito secundario en el espacio perivitelino. Luego la célula entra en la Meiosis II, pero se detiene en metafase II aproximadamente tres horas antes de la ovulación. La meiosis II llega a su termino únicamente si el ovocito es fecundado; de lo contrario, la célula degenera 24 horas después de la ovulación. El primer cuerpo polar también experimenta una segunda división meiòtica.